La Junta Nominadora nombrada para la selección de los profesionales
del derecho que serán propuestos como los idóneos para la conformación
de una nueva Corte Suprema de Justicia (CSJ), llega a las instancias
decisivas y el principal desafío, será demostrar que el proceso que se
siguió para la recepción, revisión y análisis de las evaluaciones y
hojas de vida de los postulados fue el más adecuado.
Es de vital importancia para el fortalecimiento de la
institucionalidad jurídica del país, que los aspirantes a magistrados
cumplan con el perfil requerido en cuanto a independencia,
imparcialidad, honorabilidad y trayectoria profesional, adicionalmente
deben poseer un sólido conocimiento jurídico que les permita en el
ejercicio de sus cargos, la capacidad y habilidad de encontrar
soluciones a la crisis que vive por décadas el Poder Judicial.
La escogencia de los 15 nuevos magistrados de la CSJ es un acto
trascendental para Honduras, esta Junta Nominadora tiene la histórica y
patriótica responsabilidad de presentar en el listado de 45 candidatos, a
los hombres y mujeres con el carácter profesional y moral suficiente
para erradicar las acostumbradas maniobras políticas que controlan y
someten la justicia.
Sin un Poder Judicial independiente no se puede combatir la
corrupción ni el abuso en el sector público, esta nueva corte no puede
tener al frente a magistrados débiles, fácilmente manipulables o
entregados al poder político, las actuaciones de los nuevos magistrados,
esperando que ninguno repita, no deben ser bajo ningún punto, la
continuidad de la gestión actual.
Aunque algunos mecanismos de evaluación han sido objeto de
cuestionamientos, del trabajo de la Junta Nominadora dependerá que en la
elección de la nueva cúpula judicial en el Congreso Nacional de la
República (CNR) no prevalezcan los vicios del pasado, o que abra la
puerta a las maliciosas componendas producto de intereses personales y
partidistas.
En palabras sencillas, el éxito o el fracaso de la nueva CSJ
dependerá en gran medida de los nominadores, aún está reciente el
informe de una misión internacional de juristas que puso en duda la
transparencia del proceso, argumentando que el mismo está viciado a raíz
de la injerencia que se tienen por parte de diversos sectores, entre
ellos los partidos políticos.
Las organizaciones que conforman esta junta, tienen la obligación de
responder ante la nación por las actuaciones de sus representantes y
procurar que los mismos se apeguen de principio a fin a los criterios de
legalidad e independencia en sus funciones, y en este sentido, es
oportuno recordarles que desde que fueron juramentados por el presidente
del Poder Legislativo, asumieron una responsabilidad con el país y con
sus ciudadanos.
Los medios de comunicación y la sociedad entera tenemos igualmente la
responsabilidad de ejercer supervisión directa a la etapa final de esta
nueva selección que se viene con las audiencias públicas, la nación
necesita a 15 hondureños y hondureñas capaces e íntegros a la cabeza de
la CSJ, mientras no los tengamos, difícilmente encontraremos la salida
en el laberinto de la corrupción, la impunidad y la manipulación de la
ley.
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