martes, 19 de enero de 2016

La MACCIH y la lucha anticorrupción.



En la cuenta regresiva para la instalación de la Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH), organismo dependiente de la Organización de Estados Americanos (OEA), crece la expectativa en relación a la urgente necesidad de fortalecer la capacidad del estado en la lucha contra este flagelo que mucho daño social y económico le ha causado a la nación.

La firma del convenio que da vigencia a la MACCIH coincide en tiempos con la elección de la nueva Corte Suprema de Justicia (CSJ), un aspecto a destacar ya que serán los nuevos magistrados y no los actuales, quienes estarán en permanente contacto con este órgano de apoyo que entre otras funciones establece como prioritario un sistema de justicia efectivo contra la impunidad y que sea pieza esencial del sistema democrático.

Aunque algunos sectores  mantienen sus reservas sobre el papel de la MACCIH en la lucha contra la corrupción, el solo hecho de tener una misión de acompañamiento conformada por juristas internacionales de alta credibilidad y perfil profesional, ya supone un logro importante en cuanto a asesoría y supervisión de las instituciones encargadas de impartir justicia, paso fundamental para una reforma total al sistema jurídico del país.

Con la MACCIH Honduras gana un importante aliado, el país ya entro en una etapa de reforma y normalización del sistema de justicia y ahora no se puede ni se debe volver atrás, es una prioridad, en ese sentido será necesario el apoyo internacional a este proceso de conformación de un sistema integral de justicia independiente y transparente.

A partir de la Misión de Apoyo de la OEA se inicia un proceso para el fortalecimiento de la institucionalidad jurídica, priorizando modelos y acciones orientados a bloquear de una vez por todas, los patrones de conducta ilícita adquiridos en los últimas décadas y que han llevado a construir un imperio de corrupción e impunidad que por sí solo el país no ha podido controlar ni erradicar.

Si bien la investigación y el seguimiento a emblemáticos casos de corrupción es una tarea vital que el país no se puede dar el lujo de pasar por alto, también es un reto a corto plazo, construir verdaderas políticas públicas anticorrupción efectivas y estratégicas que además de prevenir y castigar el delito, faciliten la participación activa de la sociedad civil y organismos no gubernamentales en la búsqueda de la transparencia y la rendición de cuentas.


Con la MACCIH estamos ante un gran desafío, para Honduras como estado y para la OEA como acompañante de un proceso que sin duda  será largo, polémico, pero necesario,  la corrupción es percibida como uno de los grandes problemas del país y cada vez es más sensible la insatisfacción y la demanda ciudadana,  en este sentido, la misión internacional se constituye en una importante alternativa de la que se esperan significativos resultado.

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