miércoles, 10 de febrero de 2016

Que el dialogo inicie con la CSJ



Una vez más, y sin causar mayor sorpresa, pues es una situación que ya se preveía, en el Congreso Nacional de la Republica (CNR) se fracaso en un cuarto intento por elegir a siete magistrados que restan para completar la cuota de 15 que deberían regir el Poder Judicial hondureño desde el 25 de enero anterior.

La razón del fracaso es más que clara, la planilla propuesta y que previamente fue concertada entre los tradicionales partidos Liberal y Nacional, no cuenta con el respaldo mínimo de 86 diputados que la Constitución exige para su elección, a pesar de los múltiples intentos por garantizar el apoyo de parlamentarios de las bancadas opositoras.

Las dificultadas enfrentadas por la clase política representada en el Congreso Nacional para elegir al nuevo Poder Judicial representan un mensaje negativo, por un lado en nada favorecen a la estabilidad democrática del país, aunque algunos digan lo contrario, y por otro, quedan  al descubierto intensiones egoístas y autoritarias que evidencian la falta de consensos alrededor de temas trascendentales.

Para desenredar este conflicto entre políticos que no permite el nombramiento de una nueva Corte Suprema de Justicia (CSJ), la única forma viable es encontrar el consenso, y en este sentido, no cabe duda que nos encontramos frente al momento oportuno e histórico para iniciar con los diálogos constructivos anunciados por el propio presidente de la republica en el seno del hemiciclo legislativo.

Porque no probar con una planilla conjunta? Una que resulte del análisis y el acuerdo de todas las bancadas, siete magistrados que no se queden en el límite de 86 votos y que por el contrario tengan el respaldo de los 128 diputados, debe haber un punto de coincidencia política que permita esta apertura por el bien de la nación.

En momentos en los que se busca entrar en una lucha frontal y efectiva contra la corrupción y la impunidad, lo peor que le puede pasar al país es extender el periodo de funciones de una CSJ cuyas actuaciones están marcadas por la debilidad institucional, el manipuleo político y el tráfico de influencias.

De no haber consensos, lo que hoy sucede en el Legislativo, con la elección de la nueva CSJ será solo el preámbulo de lo que vendrá en el corto plazo con la escogencia, también por mayoría calificada, de cargos como el de Fiscal General,  Fiscal Adjunto, y de los magistrados del Tribunal Superior de Cuentas (TSC), de igual forma, en la aprobación de algunas reformas constitucionales de las que ya hablan con insistencia algunos líderes políticos.


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