miércoles, 18 de noviembre de 2015

Reflexiones sobre desempleo.



Son muchos los problemas sociales a los que se ven sometidos los países con economías en desarrollo, pero uno de los más graves tiene que ver con el crecimiento en las tasas de desempleo y las débiles políticas de creación de nuevas ofertas  laborales  que desde los niveles gubernamentales y empresariales no logran ser contundentes para favorecer la creciente demanda.

La capacidad de absorción de fuerza laboral en el mercado es cada vez más limitada por una serie de factores y por tanto el porcentaje de personas con problemas de empleo es cada vez más creciente, en  Honduras por ejemplo, se estima que casi la mitad de la población económicamente activa que según datos recientes de la Secretaria de Trabajo y el Instituto Nacional de Estadística (INE), es de al menos  3.3 millones de habitantes, enfrenta esta problemática.

Es importante aclarar, que aunque a nivel oficial se miden las tasas de desempleo ubicando únicamente a aquellas personas que en el momento del levantamiento estadístico no cuentan con un trabajo fijo o recién lo han perdido pero están buscando, debe considerarse a quienes están en la categoría de sub empleo y a quienes ante la dificultad de encontrar una plaza laboral acorde a sus capacidades y necesidades, tuvieron que engrosar las filas de la economía informal.

La falta o pérdida de empleo genera crisis familiares por la reducción o limitación de ingresos, incrementa los niveles de pobreza y afecta de manera indirecta a otros rubros y actividades, particularmente de aquellas que tienen que ver con la producción y venta de alimentos, servicios prioritarios  y artículos personales de primera necesidad entre otros cuyos ingresos se reducen en la medida que disminuye la capacidad adquisitiva.
 
¿Qué hacer entonces para aumentar la oferta laboral y combatir el desempleo? ¿Tienen los gobiernos y el sector privado la posibilidad de crear nuevas fuentes de trabajo para satisfacer la demanda a todo nivel?, preguntas difíciles de responder, sin embargo todo pasa por algunas medidas y estrategias de urgente aplicación para evitar crisis mayores.

Se requiere para reducir el desempleo mayor contundencia en los programas de tipo social que incentiven la productividad, mas inversión en el sector infraestructura, alianzas estratégicas que permitan la atracción de inversión nacional e  internacional y generar incentivos que fortalezcan a la pequeña y mediana empresa.

Por otro lado, y quizás con suprema importancia, los gobiernos deben poner especial atención a la promoción de la calidad educativa en todos sus niveles,  si bien los esfuerzos realizados hasta ahora por el país en este renglón son destacables, se necesita mayor agresividad para ofrecer al mercado la calidad laboral que busca, se estima que al menos 6 de cada 10 empleos que se ofertaran en los próximos diez años serán para profesionales universitarios altamente capacitados.

El desempleo ubica al afectado y a sus dependientes en condición de crisis,  en Honduras los trabajadores no tienen un seguro de desempleo y los patronos en un buen número no cumplen o no pueden cumplir con los derechos laborales de sus empleados, este debe ser un tema prioritario en agenda, ninguna economía crece o se dinamiza, si se excluye de la misma el empleo formal.

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