Son muchos
los problemas sociales a los que se ven sometidos los países con economías en
desarrollo, pero uno de los más graves tiene que ver con el crecimiento en las tasas
de desempleo y las débiles políticas de creación de nuevas ofertas laborales
que desde los niveles gubernamentales y empresariales no logran ser
contundentes para favorecer la creciente demanda.
La capacidad
de absorción de fuerza laboral en el mercado es cada vez más limitada por una
serie de factores y por tanto el porcentaje de personas con problemas de empleo
es cada vez más creciente, en Honduras
por ejemplo, se estima que casi la mitad de la población económicamente activa
que según datos recientes de la Secretaria de Trabajo y el Instituto Nacional
de Estadística (INE), es de al menos 3.3
millones de habitantes, enfrenta esta problemática.
Es
importante aclarar, que aunque a nivel oficial se miden las tasas de desempleo
ubicando únicamente a aquellas personas que en el momento del levantamiento
estadístico no cuentan con un trabajo fijo o recién lo han perdido pero están buscando,
debe considerarse a quienes están en la categoría de sub empleo y a quienes
ante la dificultad de encontrar una plaza laboral acorde a sus capacidades y
necesidades, tuvieron que engrosar las filas de la economía informal.
La falta o
pérdida de empleo genera crisis familiares por la reducción o limitación de
ingresos, incrementa los niveles de pobreza y afecta de manera indirecta a
otros rubros y actividades, particularmente de aquellas que tienen que ver con
la producción y venta de alimentos, servicios prioritarios y artículos personales de primera necesidad
entre otros cuyos ingresos se reducen en la medida que disminuye la capacidad
adquisitiva.
¿Qué hacer
entonces para aumentar la oferta laboral y combatir el desempleo? ¿Tienen los
gobiernos y el sector privado la posibilidad de crear nuevas fuentes de trabajo
para satisfacer la demanda a todo nivel?, preguntas difíciles de responder, sin
embargo todo pasa por algunas medidas y estrategias de urgente aplicación para
evitar crisis mayores.
Se requiere
para reducir el desempleo mayor contundencia en los programas de tipo social
que incentiven la productividad, mas inversión en el sector infraestructura,
alianzas estratégicas que permitan la atracción de inversión nacional e internacional y generar incentivos que
fortalezcan a la pequeña y mediana empresa.
Por otro lado, y quizás con suprema importancia, los
gobiernos deben poner especial atención a la promoción de la calidad educativa
en todos sus niveles, si bien los
esfuerzos realizados hasta ahora por el país en este renglón son destacables,
se necesita mayor agresividad para ofrecer al mercado la calidad laboral que
busca, se estima que al menos 6 de cada 10 empleos que se ofertaran en los
próximos diez años serán para profesionales universitarios altamente
capacitados.
El desempleo ubica al afectado y a sus dependientes en
condición de crisis, en Honduras los
trabajadores no tienen un seguro de desempleo y los patronos en un buen número
no cumplen o no pueden cumplir con los derechos laborales de sus empleados, este
debe ser un tema prioritario en agenda, ninguna economía crece o se dinamiza,
si se excluye de la misma el empleo formal.
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